"Alégrate, mozo, en tu mocedad y pásalo bien en los días de tu juventud; y anda en los caminos de tu corazón y en la vista de tus ojos; pero ten en cuenta que sobre todas estas cosas te juzgará Dios" Eclesiastés 11:9
"Acuérdate de tu creador en los días de tu juventud, antes que lleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento" Eclesiastés 12:1.
"Hijo mío, no se aparten estas cosas de tus ojos; guarda la prudencia y la reflexión, y serán vida para tu alma y gracia para tu cuello. Entonces andarás por tu camino confiadamente, y tu pie no tropezará. Cuando te acuestes, no tendrás temor, sino que te acostarás, y tu sueño será grato...Porque Jehová será tu confianza y él preservará tu pie de caer en la trampa" Proverbios 3:21-26.
"Ahora paso a contestar las preguntas que ustedes me hicieron en su carta. Bueno sería que el hombre no se casara; pero, a causa de la inmoralidad sexual, cada uno debe tener su propia esposa, y cada mujer su propio esposo. Y tanto el esposo como la esposa deben cumplir con sus deberes propios del matrimonio. Ni la esposa es dueña de su propio cuerpo, puesto que pertenece a su esposo, ni el esposo es dueño de su propio cuerpo, puesto que peretenece a su esposa. Por lo tanto, no se nieguen el uno al otro, a no ser que se pongan de acuerdo en no juntarse por algún tiempo para dedicarse a la oración. Después deberán volver a juntarse, no sea que, por no poder dominarse, Satanás los haga pecar" 1Corintios 7:1-5
"A los solteros y a las viudas les digo que es bueno quedarse sin casar, como yo. Pero si no pueden controlar su naturaleza, que se casen, pues más vale casarse que consumirse de pasión" 1Corintios 7:8,9
Lucas 12:31 "Más bien, buscad su reino, y estas cosas os serán añadidas"
En la etapa del noviazgo, que es la antesala al matrimonio, es muy recomendable hacer uso de una comunicación abierta y sincera, recordar:
Proverbios 14:15 "Aparta de tí la falsedad de la boca, y aleja de tí la iniquidad de los labios. Tus ojos miren de frente, y diríjanse tus párpados hacia lo que tienes delante". Así podrán ir conociendo sus gustos, propósitos, su carácter, capacidades, habilidades, integridad, templanza, el grado de comprensión que es muy importante para poder sobrellevarnos, etc., que ayudaría a reafirmar la elección o evitarla. Recordar que el matrimonio significará una convivencia para toda la vida juntos.
Una vez casados, no hay que negarse el deber conyugal, que no sólo es la relación sexual sino todas las obligaciones compartidas para sacar adelante su hogar. El matrimonio es como una empresa, donde los socios tienen que aprender a convivir como un solo hombre para alcanzar sus objetivos con acciones estratégicas que ya nos lo da Dios, para usarlas con sabiduría, que es aplicar su Conocimiento según el momento. También ya nos explica la cita bíblica, que es aconsejable que los casados no se separen por mucho tiempo, salvo mutuo acuerdo, ya que son los que se conocen mejor su grado de continencia y evitar la mancilla del lecho (mancilla matrimonial). En la vida matrimonial hay que ser mucho más abiertos a la sinceridad entre esposo y esposa, aprender a ser muy comunicativos y muy comprensivos.
1Pedro 3:7 "En cuanto a ustedes, los esposos, sean comprensivos con sus esposas. Denles el honor que les corresponde, no solamente porque la mujer es más delicada, sino también porque Dios en su bondad les ha prometido a ellas la misma vida que a ustedes. Háganlo así para que nada estorbe sus oraciones".
Comprender es ponerse en su lugar y desde allí tratar de escuchar, ver y examinar su posición que nos está transmitiendo, no hacerlo desde nuestra posición que nos llevaría al riesgo de imponer nuestra consideración de primer instante, rompiendo así el plano de la comprensión al cónyugue.Una vez habiendo comprendido tenemos que hacer uso del Consejo de Dios para actuar con debida prudencia.
Es muy saludable y agradable a Dios cuando en el hogar se practica compartir lo poco o lo mucho que se consiga o posea basado en el principio del amor, sin mezquindad alguna: Proverbios 15:17 "Más vale comer verduras con amor, que carne de res con odio"
Ningún hermano está facultado de Dios maltratar a su esposa, ni es costumbre de la Iglesia de Dios; al contrario, ella es su hermana en el Señor, su esposa, su ayuda idónea de Dios, ambos creados para ayudarse y protegerse (Génesis 2:18), su bienestar físico y espiritual repercutirá en la fortaleza del esposo y alegría del hogar.
Lo mismo corresponde hacer a la esposa, respetando y honrando a su esposo; de lo contrario, sus acciones podrían dañar su salud física y espiritual.
Obrando dentro de este marco de comportamiento como nos aconseja Dios en nuestro hogar y la sociedad, entonces nuestra disposición a la oración siempre será fortalecida; de lo contrario será perjudicial a nuestra fe, para predicar y orar al Señor.
Nuestras actitudes pueden construir o destruir, de esto da testimonio:
Proverbios 12:4 "La mujer ejemplar hace de su marido un rey, pero la mala esposa lo destruye por completo"
Esta cita bíblica es aplicable por igual al esposo para con su esposa, ya que en Dios somos uno.
Es muy recomendable que nuestros hermanos o hermanas espirituales se casen dentro de la Congregación, en armonía al séptimo mandamiento de la Ley de Dios, para que su fe no sea debilitada; salvo mejor parecer, ya que Dios no obliga a nadie. El ser humano es libre de sus acciones, pero no de sus consecuencias. Dios, como Padre nos enseña que ha puesto dos caminos delante de nosotros para elegir, sin dejar de darnos su consejo para nuestra elección:
2Corintios 6:14,15 "No os unáis en yugo desigual con los no creyentes. Porque ¿qué compañerismo tiene la rectitud con el desorden? ¿Qué communión tiene la luz con las tinieblas? ¿Qué armonía hay entre Cristo y Belial? ¿Qué parte tiene el creyente con el no creyente?
Deuteronomio 30:15,19 "Miren, hoy les doy a elegir entre la vida y el bien, por un lado, y la muerte y el mal, por el otro""...Escogan, pues, la vida, para que vivan ustedes y sus descendientes"
Encontrar una buena esposa o buen esposo es el anhelo de toda persona cristiana que tiene como meta formar un hogar fundamentado en los más altos valores que derivan de la Palabra de Dios (Decálogo Universal), no es una tarea fácil, pero tampoco imposible con la dirección de Dios, ya que El reparte apropiadamente a los que le aman y temen (significa llevar una vida recta, sana, aborreciendo lo malo), veamos:
Proverbios 31:10 "Mujer virtuosa, ¿quién la hallará? Porque su valía sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas"
Proverbios 19:14 "De los padres se reciben casa y riquezas; del Señor, la esposa inteligente"
Proverbios 18:22 "El que halla esposa halla el bien, y alcanza el favor de Jehovah"
Todo hermano o hermana espiritual en el Señor, que tenga como propósito constituir un hogar, debe poner su atención a la persona interior que lleva toda persona física. El Señor Jesús en su ministerio ya nos enseña a examinar: por sus frutos los conoceréis (Lucas 6:43,44).
No centremos nuestra atención a la presencia exterior solamente, ya que esto desaparece con el tiempo: 2Corintios 4:16 "...aunque se va desgastando nuestro hombre exterior, el interior, si embargo, se va renovando de día en día"
El siguiente mensaje resume esta explicación:
Proverbios 31:30 "Engañosa es la gracia, y vana la hermosura; la mujer que teme a Jehová, esa será alabada" (aplicado para el hombre o la mujer)
Dentro de nuestra Congregación el matrimonio tiene una posición honorable, integrada por un hombre y una mujer, conforme al destino creativo y bendecido por el Omnipotente:
Génesis 4:24 "Por tanto, el hombre dejará a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne" Génesis 1:28 " Dios los bendijo..."
Hebreos 13:4 "Honroso es para todos el matrimonio, y pura la relación conyugal; porque Dios juzgará a los fornicarios y a los adúlteros", implica el respeto por parte de todos del matrimonio y de mantener la pureza de la relación matrimonial.
Un hogar fundamentado en los Sagrados Principios (La Ley de Dios), tendrá la bendición Divina con mucha esperanza para su descendencia:
Proverbios 14:26,27 "En el temor de Jehová está la fuerte confianza; y esperanza tendrán sus hijos. El temor de Jehová es manantial de vida para apartarse de los lazos de la muerte"
1Corintios 7:10 "Pero a los que se han casado mando, no yo, sino el Señor: que la esposa no se separe de su esposo (pero si ella se separa, que se quede sin casarse o que se reconcilie con su esposo), y que el esposo no abandone a su esposa"
Fuente Bíblica: