EL EVANGELIO ETERNO
Muchas veces nos preguntamos acerca de El Evangelio Eterno, en cuanto a su significado, para esto es muy recomendable entender la palabra “evangelio” que aparece en los libros del nuevo testamento de la Biblia. Sabemos que la traducción del nuevo testamento es de los fragmentos más antiguos escritos en griego y aquí encontramos la palabra “euangelion”(es su fonética no su escritura) que a la vez en latín es “evangelium” y en castellano “evangelio”, cuyo significado es: buena noticia, buena nueva, buen mensaje. Por esta razón en algunas traducciones bíblicas la palabra “evangelio” se cita directamente como “buena nueva”.
¿Pero qué encontramos dentro de esta palabra? ¿Qué es realmente esa buena noticia, buena nueva o buen mensaje? ¿Dónde lo posicionamos en el tiempo?
Tomemos nuestras Sagradas Escrituras y revisemos juntos lo que ella nos transmite, veamos:
Colosenses 1:23 “por cuanto permanecéis fundados y firmes en la fe, sin ser removidos de la esperanza del evangelio que habéis oído, el cual ha sido predicado en toda la creación debajo del cielo. De este evangelio yo, Pablo, llegué a ser ministro”.
Aquí, el apóstol Pablo, testifica a los colosenses, que Dios lo hizo ministro del evangelio que él les predicó y resalta la predicación de este evangelio como ya hecho en toda la creación debajo del cielo, lo que deja una esperanza de continuidad evangelizadora en toda la tierra, tal como lo reafirma la visión que tuvo el apóstol Juan que se lee en:
Apocalipsis 14:6 “Vi a otro ángel que volaba en medio del cielo, que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los que habitan en la tierra a toda nación y raza y lengua y pueblo”.
Aquí nos está expresando que el evangelio que a la vez es eterno, será predicado en la tierra y no se está refiriendo a un evangelio distinto al que Pablo y los otros ministros de Dios han predicado; pues, se trata del mismo evangelio, que se reafirma en:
Gálatas 1:7,8 “No es que haya otro evangelio, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo. Pero aun si nosotros mismos o un ángel del cielo os anunciara un evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema”.
¿Y qué anunciaron ellos y que no es anatema?
Leamos unos de sus mensajes de Pedro en Hechos 5:30 “El Dios de nuestros padres levantó a Jesús, a quien vosotros matasteis colgándole en un madero. A éste, lo ha enaltecido Dios con su diestra como Príncipe y Salvador, para dar a Israel arrepentimiento y perdón de pecados”.
Veamos lo que enseña el apóstol Pablo en:
1Corintios 15:3-11 “Porque en primer lugar os he enseñado lo que también recibí: que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; que fue sepultado y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras; que apareció a Pedro y después a los doce. Luego apareció a más de quinientos hermanos a la vez, de los cuales muchos viven todavía; y otros ya duermen…Porque ya sea yo o sean ellos, así predicamos, y así habéis creído”
Qué más nos dice Pablo en 1Corintios 12:3 “Por eso os hago saber que nadie, hablando por el Espíritu de Dios, dice: ‘Anatema sea Jesús’. Tampoco nadie puede decir: ‘Jesús es el Señor’, sino por el Espíritu Santo”
Queda así muy claro, que el fundamento del evangelio es Cristo, nuestro Señor Jesús, como dice Efesios 2:20 “Habéis sido edificados sobre el fundamento de los apóstoles y de los profetas, siendo Jesucristo mismo la piedra angular” y Apocalipsis 19:10 “…Pues el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía”
Las profecías ya anunciaban la primera y segunda venida del Hijo de Dios, nuestro Señor Jesucristo. Su primera venida fue cumplida, naciendo como como todo hombre judío bajo la ley, su muerte y resurrección: Isaías 53
Y en cuanto a su segunda venida, no será con un nuevo nacimiento, porque nuestro Señor Jesús nació y murió una sola vez como todos los hombres, con la diferencia que los hombres que han muerto esperan el día para ser resucitados y juzgados; en cambio, Él resucitó y está sentado a la diestra de Dios Padre esperando el día que se manifestará en su transformación gloriosa para juzgar a los muertos y dar la salvación a los que le esperan, como dice Hebreos 9:27,28
El día de su venida significará el fin del gobierno de Satanás en el mundo, no habrá más gobierno humano dirigido por esta fuerza del mal y se establecerá el reinado de nuestro Señor Jesucristo con Dios Padre para siempre, como dice Daniel 2:44 “Y en los días de esos reyes, el Dios de los cielos levantará un reino que jamás será destruido, ni será dejado a otro pueblo. Este desmenuzará y acabará con todos estos reinos, pero él permanecerá para siempre”
Es así como de este reinado seguirá testificando el evangelio, como dice:
Mateo 24:14 “Y este evangelio del reino será predicado en todo el mundo para testimonio a todas las razas y luego vendrá el fin”.
La continuidad de la presencia y enseñanza del evangelio en la tierra no es consecuencia de una decisión personal, sino que es gracias a la voluntad de Dios quien determina en los tiempos el envío de mensajeros por medio de nuestro Señor Jesucristo,
Romanos 10:15 “¿Y cómo predicarán sin que sean enviados? Como está escrito: ¡Cuan hermosos son los pies de los que anuncian el evangelio de las cosas buenas!”
Vemos pues como Pablo es llamado y enviado por nuestro Señor Jesucristo,
Hechos 24:14 “…con tal que acabe mi carrera, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios”.
En este mensaje bíblico, entendemos cómo el apóstol Pablo se presenta ante la iglesia, como mensajero de Dios, que recibe el ministerio de parte de nuestro Señor Jesús para testificar el evangelio.
Cuando este evangelio es oído por los llamados de nuestro Dios y creen en él, entonces, son sellados con el Espíritu Santo prometido, como se lee:
Efesios 1:13 “En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo que había sido prometido”
Aclaramos que creer en el evangelio es creer en nuestro Señor Jesucristo para ser sellados con el Espíritu Santo, leamos:
Juan 7:37-39 “…Jesús se puso de pie y alzó la voz diciendo:- Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que crea en mí, como dice la Escritura, ríos de agua viva correrán de su interior. Esto dijo acerca del Espíritu que habían de recibir los que creyeran en él,…”
Y creer en nuestro Señor Jesucristo es aceptar que él es el Hijo de Dios Padre y que su Palabra es verdadera, una palabra que en nada se opone ni contradice a la ley de Moisés como podemos leer:
Juan 5:46,47 “Porque si vosotros creyeseis a Moisés, me creerías a mí; pues él escribió de mí. Pero si no creéis a sus escritos ¿cómo creeréis a mis palabras?”
Todas las sagradas Escrituras testifican de él, leamos:
Juan 5:39 “Escudriñad las Escrituras porque os parece que en ellas tenéis vida eterna, y ellas son las que dan testimonio de mí”
En estas sagradas Escrituras estaban predicho las aflicciones que padecería el Hijo de Dios y sus posteriores glorias, leamos: 1Pedro 1:10,11 “Acerca de esta salvación han inquirido e investigado diligentemente los profetas que profetizaron… Ellos escudriñaban para ver qué persona y qué tiempo indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, quien predijo las aflicciones que habían de venir a Cristo y las glorias después de ellas”
Todas estas referencias bíblica nos hace comprender que el evangelio es la buena nueva de la presencia del Hijo de Dios Padre, nuestro Señor Jesucristo en carne y sus sufrimientos para dar salvación a su iglesia y todos los continuos sucesos hasta su definitivo reinado eterno, por eso se llama evangelio eterno, un mensaje que tiene eternidad,
Apocalipsis 11:15 El séptimo ángel tocó la trompeta, y en el cielo se oyeron grandes voces que decían: “El reino del mundo ha venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo. Él reinará por los siglos de los siglos”
Apocalipsis 21:3-5 Oí una gran voz que procedía del trono diciendo: “He aquí el tabernáculo de Dios está con los hombres, y él habitará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios. Y Dios enjugará toda lágrima de los ojos de ellos. No habrá más muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas ya pasaron”
Este evangelio fue anunciado desde la antigüedad por medio de sus siervos de nuestro Dios a favor nuestro y sólo entendido por medio del Espíritu de Dios y enseñado con demostración del poder de Dios, veamos:
1Pedro 1:12 “A ellos les fue revelado que, no para sí mismo sino para vosotros, administraban las cosas que ahora os han sido anunciadas por los que os han predicado el evangelio por el Espíritu Santo enviado del cielo, cosas que hasta los ángeles anhelan contemplar”
El santo evangelio seguirá siendo predicado con poder de Dios, para testimonio:
Marcos 16:15-18 Y les dijo: “Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que cree y es bautizado será salvo; pero el que no cree será condenado. Estas señales seguirán a los que creen. En mi nombre echarán fuera demonios, hablarán nuevas lenguas, tomarán serpientes en las manos, y si llegan a beber cosa venenosa, no les dañará. Sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán”
Esto se cumplió con los discípulos de nuestro Señor Jesucristo y resto de creyentes, veamos algunos ejemplos:
Lo que hay que tener en cuenta es que ellos fueron predicadores del evangelio, elegidos por nuestro Dios, no por preparación y elección humana, por esta razón dice: Romanos 10:15 “¿y cómo predicarán sin que sean enviados?”
Nos preguntaremos: ¿y cómo conoceremos a estos predicadores del evangelio enviados por nuestro Dios?
Recordemos Lucas 6:44 “Porque cada árbol es conocido por su fruto; pues no se recogen higos de los espinos, ni tampoco se vendimian uvas de una zarza”
En ellos será manifestado la plena verdad; testificarán de Dios Padre que es la verdad (Jeremías 10:10), testificarán del Hijo de Dios, nuestro Señor Jesús, que es la verdad (Juan 14:6), el Espíritu de Dios será manifiesto en ellos que es la verdad (Juan 14:16,17) y testificarán la palabra de verdad que son los mandamientos de Dios (Salmos 119:151,142). En toda esta verdad serán santificados todos los que creen: Juan 17:17 “Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad”
En esto consiste el Evangelio Eterno, el Evangelio de nuestra salvación.
Hemos dado una visión esencial del Evangelio, de aquí se desprenden muchas enseñanzas contenidas en las Sagradas Escrituras.
Que la Paz y gracia del Dios Padre y de su amado Hijo, nuestro Señor Jesucristo, sea con vosotros. Amén.